Siempre tratamos de obtener un código de buenas prácticas para los procesos productivos y comerciales de la miel, tratando de obtener una calidad en el producto, para ello trazamos una trazabilidad en el producto desde que lo sacamos de las colmenas, hasta que es envasado y vendido, para garantizar siempre esta calidad de la miel.
Al encontrarnos en zonas salvajes de montañas, nos caracterizamos por obtener unas mieles mil flores de tonos muy oscuros, estas aportan mas cantidad de minerales. Y por el contrario como son en mieles de tomillo y romero, encontramos mieles con tonalidades muy claras.
Obtenemos unas mieles crudas con muy elevados niveles polínicos, los cuales determinan la autenticidad y pureza de nuestras mieles.
En las mieles con tonalidades claras la solidificación y el cristalizado de la misma son símbolos de pureza, mientras que en nuestras mieles multiflorales al tener un elevado contenido en minerales, tiene un largo periodo de tiempo en llegar a cristalizar y solidificar.